¿Se puede obtener gas combustible a partir de residuos orgánicos?
Química sostenible: Economía sostenible, Energía, mediaombiente y ciudades sostenibles, Producción y consumo responsable
El biogás es un gas combustible cuyos principales componentes son el metano y el dióxido de carbono, aunque pueden encontrarse en él otras sustancias en menor proporción.
La materia prima son desechos orgánicos generados por la industria agroalimentaria (restos de cosechas, deyecciones ganaderas, lodos de depuradoras de agua, etc.). En una planta de biogas, los residuos pasan a unos depósitos en los que las bacterias, en condiciones anaerobias (en ausencia de oxígeno), los degradan. El gas obtenido está formado por metano (50-60%) -de ahí que sea combustible-; dióxido de carbono (40-45%) y vapor de agua; sulfuro de hidrógeno; siloxanos y trazas de oxígeno; y nitrógeno. Su valor energético dependerá de la concentración de metano.
Además de biogás, los sustratos una vez procesados (el denominado digestato) pueden ser utilizados como fertilizantes. Por otra parte, el biogás deshumidificado y desulfurizado se transforma en electricidad y calor.
Otra posibilidad es eliminar todo el dióxido de carbono, en cuyo caso se produce biometano, lo que permitiría su uso como biocarburante, y su inyección en la red de gas natural.
La producción de biogás permite, además de la valorización de los residuos, la reducción de los malos olores y de su potencial contaminante, así como la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
Contenido relacionado
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha creado un biocombustible a partir de los ácidos grasos provenientes […]