La referencia más concreta de la existencia de María la Judía se da gracias a Zósimo de Panópolis, quien la cita en sus escritos.

A la Judía se la ha asociado con María Magdalena. También, los alquimistas antiguos pensaban que era Miriam, la hermana de Moisés y del profeta Aarón. Pero las pruebas que apoyan esta pretensión son escasas.

Zósimo es un erudito alquimista de Alejandría del Siglo IV d.C. Recopiló las enseñanzas de muchos iniciados anteriores para formar lo que llegó a ser una enciclopedia del arte hermético. En sus escritos es en donde cita a María casi siempre en pasado. La menciona como una de los sabios antiguos y también describe varios de sus experimentos e instrumentos.

El enciclopedista árabe Al-Nadim la cita en su catálogo del Año 879 d.C. entre los 52 alquimistas más famosos por conocer la preparación de la cabeza o caput mortum. El filósofo romano Morieno la llama María la Profetisa y los árabes la conocieron como la Hija de Platón.

Se sabe que María escribió varios textos sobre alquimia y, aunque ninguno de sus escritos ha sobrevivido en su forma original, sus enseñanzas fueron ampliamente citadas por hermetistas posteriores. Su principal obra conocida es Extractos hechos por un filósofo cristiano anónimo, también nombrada como Diálogo de María y Aros, en donde están descritas y nombradas las operaciones que después serían la base de la Alquimia.

Los inventos de María

El tribikos fue uno de los inventos de María. Consiste en un alambique de tres brazos que se utilizaba para obtener sustancias purificadas a través de la destilación. Pero el kerotakis es quizás el más importante de los inventos de María la Judía. Es un aparato de reflujo usado para calentar sustancias utilizadas en la alquimia y recoger sus vapores. Ella y sus colegas creían que la reacción que tenía lugar en el kerotakis era una reconstitución mística del proceso de formación del oro que ocurría en las entrañas de la tierra.

El baño María, otro de sus inventos y el más conocido, es una técnica utilizada para calentar comida. Es una de las operaciones de laboratorio más antiguas empleadas tanto en labores industriales como domésticas en la actual civilización occidental.

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