Zinc
Es un metal blando de número atómico 30 y color gris plateado.
Se suele considerar al alemán Andreas Marggraf (1709-82) como el descubridor del zinc en 1746, cuando creyó haber aislado un nuevo elemento metálico desconocido hasta entonces. Sin embargo, en 1743 el sueco Anton von Swab ya destilaba zinc de la calamina. Por otra parte, en Bristol, una fundición ya producía 200 toneladas del metal al año.
El zinc era utilizado desde mucho antes, aleado con cobre, que es el conocido latón. El latón se preparaba entonces calentando cobre con calamina, que es un mineral que contiene zinc. Parece ser que fue en India donde este se aisló por primera vez.
El metal puro no reacciona en aire seco, pero en presencia de humedad forma una capa de oxido que impide que la oxidación progrese. El zinc se emplea para proteger el acero de la oxidación. Con un proceso conocido como galvanizado y que consiste en depositar una fina capa de zinc sobre el acero para evitar que entre en contacto con el aire. Incluso si la capa de zinc se arañara sería este metal el que se oxidaría y no el acero. La capa de zinc se puede depositar electrolíticamente o haciendo pasar la pieza por un baño de zinc fundido.
Este elemento zinc forma parte de aleaciones como el latón (Zn y Cu) o la alpaca (Zn, Cu y Ni). Aparece en champús anticaspa como piritionato de zinc y en protectores solares.
Es un oligoelemento. Esto quiere decir que, aún estando presente en pequeña cantidad en nuestro organismo, es imprescindible para la vida. Aparece en varias enzimas implicadas en el desarrollo del cuerpo, la digestión y la fertilidad.