Cobre
El cobre fue uno de los primeros metales utilizados por el ser humano en la prehistoria y actualmente es el tercero más demandado en el mundo, debido en parte, a su gran conductividad térmica y eléctrica.
El cobre, de número atómico 29, pertenece a los metales de transición y se caracteriza por su color rojizo y brillo metálico.
Este elemento presenta la conductividad eléctrica más alta de todos los metales, después de la plata. Esta propiedad explica el 50% de su uso. Mejora la eficiencia energética y con su empleo se optimiza la duración de los productos en los que se aplica, es fundamental en todos los aspectos de generación, transmisión y uso de la electricidad, desde la trasmisión de la alta tensión hasta la microelectrónica. Su alta conductividad térmica lo convierte en un elemento esencial en radiadores de vehículos, disipadores térmicos y unidades de refrigeración. Los utensilios de cocina de cobre son los más apreciados por los chefs ya que poseen una mejor transferencia de calor y proporcionan un calor uniforme. Es una material maleable y dúctil, por lo que es muy fácil de trabajar y puede ser moldeado en casi cualquier forma. Nunca pierde sus propiedades mecánicas, lo que facilita su reciclado, se estima que el 80% de todo el cobre extraído durante los últimos 10.000 años está todavía en uso.
Las propiedades del cobre se conocían desde la Prehistoria, de hecho denominamos Edad del Cobre a la etapa en la que el hombre empezó a utilizar herramientas y utensilios de este metal. También eran conocidas sus aleaciones: el bronce (estaño y cobre) muy resistente a la corrosión y el latón (cobre y zinc). En el SXVIII los barcos de madera se revestían de este elemento para combatir la biocorrosión (incrustaciones de organismos marinos). Hoy las aleaciones de cobre-níquel se utilizan en plataformas y tuberías marinas, plantas desalinizadoras y cascos de barcos. En el interior se oscurece pero no se oxida y en exteriores forma una pátina verde estable típica en las estatuas y tejados. La estatua de la Libertad está cubierta de unas 80 toneladas de cobre.
La industria del cobre ha continuado desarrollando aleaciones innovadoras con aluminio, níquel, silicio, manganeso, plata y telurio para aplicaciones emergentes en el campo de la electrónica, los superconductores, el transporte y la sanidad.
Este elemento es esencial para el organismo, permite el correcto funcionamiento del cerebro, del sistema nervioso y del sistema cardiovascular, ayuda a transportar el hierro y protege a las células de la destrucción por oxidación. Además, es necesario para el crecimiento y fortalecimiento de los huesos y para un sistema inmunológico. La ingesta de marisco, nueces, legumbres, hígado y verduras de hoja verde proporciona aporte necesario de cobre.
Sus propiedades antimicrobianas se han utilizado durante siglos. Hoy en día, en los hospitales, el tubo de cobre se usa para el suministro de gases medicinales y además se están realizando estudios para evaluar la efectividad de las superficies de contacto de cobre en la reducción del riesgo de contagio de las infecciones hospitalarias.
Las principales áreas mineras de cobre en el mundo se encuentran Chile, Indonesia, EEUU, Australia y Canada. Los dos principales procesos de extracción son la pirometalurgia, que extrae el metal de menas sulfuradas mediante calor, y la hidrometalurgia, que usa solventes para extraer el cobre de menas de óxido principalmente.
En la actualidad se está empezando a utilizar la minería con microorganismos (biolixiviación) que emplea bacterias para recuperar metales valiosos en chatarra electrónica y desechos de minas
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