Hafnio
El hafnio, de número atómico 72, toma su nombre de la denominación latina de Copenhage, ciudad en la que fue encontrado.
En 1913, el físico Henry Moseley, descubrió un método experimental para ordenar los elementos de acuerdo con sus números atómicos.
Antes de este trabajo, los elementos de la tabla periódica se habían ordenado utilizando sus pesos atómicos, por lo que nadie podía estar seguro de cuántos quedaban por descubrir. La ley de Moseley permitió determinar el número de elementos naturales que faltaban.
En 1923, Coster y Hevesy, detectaron en un circón unas líneas espectrales correspondientes a un nuevo elemento. Este ocuparía el espacio entre el lutecio (71) y el tantalio (73) .
El hafnio es un metal plateado, brillante, muy resistente a la corrosión y con una capacidad muy alta para capturar neutrones. Estas propiedades lo convierten en el metal ideal para fabricar barras de control en reactores nucleares, especialmente aquellos que necesitan operar en condiciones difíciles como los reactores de agua a presión.
El hafnio se utilizó por primera vez en el corte del acero de alta densidad. Este metal cuyas reservas son aproximadamente de un millón de toneladas, es muy demandado debido a la creciente producción de estructuras metálicas (construcción, mega-estructuras).
El hafnio forma súper aleaciones, que pueden soportar temperaturas muy altas y se utilizan en la fabricación de piezas para vehículos espaciales.
También se utiliza en las lámparas de gas e incandescentes, en catalizadores y en la industria electrónica.