Química y cerveza

La cerveza es una bebida con una historia milenaria. En la actualidad la podemos encontrar numerosas variedades, afrutadas, con y sin alcohol, etc.

No se conoce con exactitud el origen de la cerveza. Ya se bebía en la India hacia el año 3500 a.C., y en China hace cinco mil años.

Unas tablas de arcilla mesopotámicas, datadas sobre el 4000 a.C. mencionan que los sumerios elaboraban una especie de cerveza que llamaban  bebida fuerte  con extracto de cebada.  Esta se obtenía al combinar con agua y levaduras salvajes granos de cebada germinada. La primera receta conocida se encuentra en el Código de Hamurabi.

Al mismo tiempo, los egipcios también bebían un licor a base de cebada denominada zytum que llegó a ser la bebida nacional. Su fabricación era bastante simple: se molturaba la cebada añadiéndose agua poco a poco hasta conseguir una masa u hogaza que se cocía a baja temperatura. La cerveza se conseguía desmenuzando la masa cocida, que se maceraba con agua y se la dejaba reposar para que fermentara por calor, siendo el líquido resultante filtrado a través de un colador de tela.

Serían los galos y germánicos quienes empezaron a elaborar la cerveza con malta de cebada  y avena que aromatizaban con comino. Más tarde, los monjes mejorarán la receta añadiendo lúpulo. 

La industria cervecera fue artesanal, y ha admitido pocos cambios desde el siglo XII.

Los estudios de Luis Pasteur sobre la fermentación de la levadura (1860) mejoraron el proceso. Entre sus adelantos se contaba la adición de gas carbónico para aumentar la espuma, la estabilización de los coloides que la hacían resistente al frío o el proceso de pasteurización, de modo que actualmente es una de las bebidas más populares.

En el siguiente vídeo podrás ver el proceso actual de fabricación de la cerveza.