Es un elemento químico descubierto por Alex Friedrik Cronstedt en 1751, en la niquelina. Su uso, en combinación con otros metales, como el hierro (a partir de meteoritos) y el cobre, es conocido desde la antigüedad. No se llegó a obtener en estado puro hasta 1775, y su demanda no fue significativa hasta 1844, cuando se descubrió que era el mejor elemento base en el electroplateado de las cuberterías.

El níquel es un elemento químico de aspecto lustroso metálico con número atómico 28. Su símbolo es Ni y pertenece al grupo de los metales de transición y su estado habitual en la naturaleza es sólido.
Comúnmente conocido por utilizarse en las monedas, presenta numerosas aplicaciones. Aproximadamente el 65% del níquel consumido se emplea en la fabricación de acero inoxidable austenítico y otro 12% en superaleaciones de níquel. El restante 23% se reparte entre la utilización en la fabricación de baterías recargables, en los procesos de catálisis, en la acuñación de moneda, en los recubrimientos metálicos, en los procesos de fundición y en la producción de diferentes aleaciones.

• Alnico, formada principalmente de cobalto, aluminio y níquel, aunque también puede contener hierro, cobre y en ocasiones titanio. Se emplea en la fabricación de imanes gracias a sus propiedades ferromagnéticas.

• Mu-metal, compuesta de hierro, níquel, cobalto, molibdeno y cromo y tratada posteriormente térmicamente, lo que le proporciona una alta permeabilidad que la convierte en un excelente escudo magnético.

• Monel, esta aleación de níquel y cobre es muy difícil de mecanizar, es resistente a la corrosión y a los ácidos, y algunos casos puede soportar un incendio en oxígeno puro. Se utiliza comúnmente en entornos marinos altamente corrosivas, tales como sistemas de tuberías, pozos de bombeo, válvulas de aguas de mar, cables de arrastre, etc. Algunas de las alecciones de este material son no magnéticas por lo que se utilizan en las carcasas de equipos de medición de campo magnético.

• Nitinol 55, la aleación níquel-titanio que presenta el fenómeno de memoria de forma y sus aplicaciones se derivan de sus dos propiedades fundamentales, la superelasticidad y la recuperación de la forma por calentamiento.

• Níquel Raney, catalizador en muchos procesos industriales compuesto por partículas muy finas de una aleación de níquel y aluminio.

• Invar, cuyo nombre proviene de invariable, está formada por el 64% de hierro y 36% de niquel, y tiene la peculiaridad de no expandirse al calentarse. Fue descubierta por Charles Guilliame, de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de Paris cuando estaba buscando el metal indicado para las copias del patrón del metro. Esta aleación se emplea en la fabricación de piezas de precisión en relojería, aparatos de física e instrumentos de medida de longitud.

• Nicron, que puede llegar a contener entre un 11 y 22 de cromo y pequeñas cantidades de silicio, manganeso e hierro, es muy resistente a la corrosión y tiene un punto de fusión muy elevado lo que lo convierte en un material muy interesante en la fabricación de resistencias de tostadores y hornos eléctricos.

• Cuproníquel y níquel-latón son las aleaciones que encontramos en las monedas de uno y dos euros, en el interior y exterior, respectivamente.