Para que se dé una reacción química es indispensable que estén presentes todos los reactivos, es decir las sustancias que van a reaccionar, en un medio adecuado. Y es que hay reacciones que se dan en fase gaseosa, otras en fase sólida, fase acuosa, etc.

No hay una cantidad mínima de reactivos necesaria para que ocurra una reacción. Si están todas las sustancias necesarias para que ocurra una reacción, ésta tendrá lugar independientemente de su cantidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores como son la energía y la velocidad.

Hay reacciones que necesitan un aporte de energía para producirse y, al aumentar la temperatura de la reacción, aumenta la velocidad en que se produce la misma. Otras reacciones desprenden energía y serán más rápidas si se baja su temperatura. La concentración de los reactivos también es relevante para el tiempo que tarde una reacción en completarse. Si la concentración de reactivos es muy baja, la probabilidad de que se encuentren será muy pequeña y la reacción tardará mucho en completarse. Al contrario de lo que ocurrirá si están muy concentrados.

En relación con la velocidad existen una sustancias denominadas catalizadores cuya presencia acelera las reacciones sin que se aprecie que participen en ellas, pues éstas permanecen inalteradas al final de las mismas. Un grupo particularmente importante de estas sustancias lo constituyen los enzimas, catalizadores de las reacciones biológicas. Son ellos los que hacen posible, por ejemplo, que en los seres vivos se den continuamente las reacciones vitales en unas condiciones particularmente suaves de temperatura y presión.