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Un estudio revela los beneficios de los biofertilizantes en 1.200 especies bacterianas del suelo olivarero

02/11/2023 - Fuente: Alba Madero Milla

Química sostenible: Energía, mediaombiente y ciudades sostenibles

Fotografía ilustrativa del artículo

Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC, Granada) y el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC, Córdoba) ha identificado las especies de bacterias y hongos presentes en las raíces del olivo. Concluyen que el empleo de abonos orgánicos mejora su relación biológica con las plantas, ya que incrementa los nutrientes disponibles y mejora el sistema de defensa del olivo.

Cuando una persona busca el amor o nuevas amistades, en ocasiones puede recurrir a aplicaciones donde puede elegir a alguien que comparta intereses. En alguna de estas plataformas, para descartar al usuario se desliza a la izquierda, pero cuando dos usuarios deslizan a la derecha quiere decir que se gustan mutuamente y se produce un ‘match’, que desemboca en conversaciones para explorar esa posible relación.

Si trasladamos esta dinámica al mundo de las bacterias y los hongos del suelo, se podría decir que éstas también poseen sus propias plataformas para ‘conocerse’, interactuar y encontrar ese ansiado ‘match’ del que se benefician las plantas.

La relación beneficiosa entre plantas, bacterias y hongos mejora tras la aplicación de estiércol de oveja en el terreno.

Precisamente, en encontrar esta plataforma o entorno favorable para establecer relaciones microbiológicas trata el trabajo de un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín en Granada (EEZ-CSIC) y el Instituto de Agricultura Sostenible en Córdoba (IAS-CSIC), que ha demostrado los beneficios de los biofertilizantes en 1.200 especies bacterianas y 250 hongos del suelo olivarero. En concreto, los expertos aplicaron técnicas de secuenciación masiva del ADN para poner “nombre y apellidos” a estas especies. Así, comprobaron que la relación beneficiosa entre plantas, bacterias y hongos mejora tras la aplicación de estiércol de oveja en el sustrato.

Relaciones biológicas

Los científicos pusieron el foco en dos fincas de olivos adyacentes, una de laboreo tradicional y otra orgánica, para comprobar qué microorganismos aparecían en cada uno. ”Nuestra investigación es una de las primeras que aborda cómo las enmiendas orgánicas benefician las relaciones biológicas entre los microorganismos del suelo del olivar. Serviría como base para futuros proyectos que analicen los beneficios del cultivo ecológico”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la EEZ-CSIC Manuel Fernández.

Así, los expertos del grupo Microbiología de ecosistemas agroforestales concluyeron que las especies presentes en ambas eran las mismas. No obstante, en las raíces que habían estado en contacto con biofertilizante en la finca de cultivo orgánico encontraron una mayor cantidad de hongos beneficiosos y comprobaron que se establecía una mejor relación y ‘más estrecha’ entre éstos y las bacterias. “Esto beneficia en gran medida a las plantas, ya que estos microorganismos las protegen de agentes patógenos y otros estreses, y le aportan nutrientes que favorecen cuestiones como su crecimiento o la producción del fruto, entre otras”, señala Manuel Fernández.

Los científicos pusieron el foco en dos fincas de olivos adyacentes, una de laboreo tradicional y otra orgánica, para comprobar qué microorganismos aparecían en cada uno.

En el trabajo publicado en Computational and Structural Biotechnology Journal, los expertos demuestran que esta relación de beneficio mutuo se intensifica con el abono orgánico, en este caso, de estiércol de oveja. El hallazgo se produjo tras comparar dos parcelas de olivar adyacentes en la provincia de Jaén, con las mismas condiciones de temperatura, suelo y humedad. El agricultor de una empleaba abonos tradicionales y el otro, biofertilizante.  El objetivo de los investigadores era comprobar cómo afectaba cada tipo de manejo a los cultivos.

Interés común

Así, determinaron tres cuestiones:

  • Las variedades y cantidad de bacterias de ambas fincas eran prácticamente iguales. 
  • Los hongos beneficiosos procedentes de los ejemplares de laboreo orgánico eran más numerosos.
  • Ambos tipos de microorganismos se relacionaban mejor entre ellos en la finca con un laboreo orgánico.

Los investigadores explican que los microorganismos establecen una mejor relación, con mayores conexiones biológicas, y esto beneficia enormemente a los árboles porque esta relación entre bacterias y hongos genera más nutrientes, mejora su capacidad para absorber agua y protegen al olivo ante agentes patógenos y estreses en general.

Equipo de investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible en Córdoba (IAS-CSIC) que ha participado en el proyecto.

De este modo, los expertos establecen que las enmiendas orgánicas como el estiércol de oveja equivalen a una plataforma que facilita una interacción positiva y ‘amigable’ entre bacterias y hongos del suelo en el olivar, que poseen un interés común que favorece a los olivos, a la sostenibilidad de agricultura y profundiza en los beneficios del cultivo ecológico.

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