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Justus von Liebig

Fotografía ilustrativa del artículo

El químico alemán, Justus von Liebig (Darmstadt 1803- Munich 1873)  fue pionero de la química orgánica, la bioquímica y la química agrícola.

Este estudiante inquieto y rebelde que dejó los estudios de Farmacia por la Química, llegó a contribuir al desarrollo y la enseñanza de esta Ciencia de modo tan notable que en sus últimos tiempos tuvo la última palabra en asuntos químicos. No se privaba de intervenir en todas las controversias defendiendo vehementemente sus ideas, que en ocasiones resultaron erradas. En Bonn se formó con Kastner y, ya graduado, cuando su maestro marchó a Erlangen lo acompañó, doctorándose allí en 1822.  Consiguió una beca para trabajar con Dumas en París y Humboldt medió para que Gay-Lussac lo admitiese en su laboratorio privado. En 1824 vuelve a Giessen como docente, y en su Universidad logró la cátedra en 1826. Allí revolucionó la manera de enseñar usual, el sistema maestro-discípulo, al fundar el primer laboratorio del mundo donde el profesor proponía un problema y los estudiantes investigaban sobre sus diferentes fases, en grupo y según su propio criterio. Recibía alumnos de toda Europa y su sistema se fue extendiendo conforme sus discípulos ocupaban cátedras en muchas universidades alemanas y extranjeras. En investigación ideó y perfeccionó métodos analíticos, muchos de los cuales solo fueron desplazados por el microanálisis, bien entrado el siglo XX. Cuando Graham demostró que los ácidos orto, piro y metafosfórico eran sustancias distintas, Justus Liebig generalizó la teoría a los ácidos polibásicos y probó que había ácidos orgánicos que podían combinarse con diferente número de equivalentes de las bases. Dedujo que los ácidos contenían hidrógeno y que éste podía reemplazarse por metales. En colaboración con Wöhler, con quien mantuvo una duradera amistad, identificó el grupo aldehído como un ‘radical’ que permanecía inalterado a través de muchas reacciones. En la nomenclatura introdujeron la terminación ‘ilo’ (derivada de la voz griega hyle, que significa ‘material’) y llamaron benzoílo al radical, que derivaba del ácido benzoico. A partir de 1838 cambió su orientación al campo de los productos biológicos, creando y poniendo de moda los extractos de carne que llevan su nombre, estudió la nutrición de las plantas y defendió el uso de los fertilizantes inorgánicos para corregir la falta de nutrientes en los suelos. Publicó numerosas obras, muchas de ella en la revista Annalen de Pharmacie (actualmente Annalen der Chemie) fundada por él. En 1845 fue honrado con el título de Barón von Liebig y en 1852 obtuvo la cátedra de química en Munich.

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