Este elemento, de número atómico 20, es el quinto elemento más abundante en la corteza terrestre, y se presenta ampliamente como carbonato de calcio, comúnmente conocido como piedra caliza. También es el quinto ion disuelto más abundante en el agua de mar. El humano promedio contiene aproximadamente 1 kg de calcio, de los cuales el 99% se almacena en nuestros huesos.

Calcio proviene del término latino calx que significa cal, y es un elemento metálico plateado reactivo que se encuentra en el Grupo 2 de la tabla periódica. Fue aislado por primera vez en 1808 en Inglaterra cuando Sir Humphry Davy electrolizó una mezcla de cal y óxido mercúrico. Hoy obtenemos calcio a través de la electrólisis de una sal fundida como el cloruro de calcio. Una vez expuesto al aire, el calcio elemental forma rápidamente un recubrimiento de óxido y nitruro de color blanco grisáceo. Arde con una brillante llama roja de alta intensidad.

Sin embargo, los compuestos de calcio son mucho más útiles que el propio elemento. El yeso de París (sulfato de calcio) se usaba en el siglo I de nuestra era para reparar los huesos rotos. El óxido de calcio (cal viva) es un componente importante del mortero y el cemento. La producción de cemento con óxido de calcio se conoce desde hace mucho tiempo; Fue utilizado por los romanos y también por los egipcios que construyeron la Gran Pirámide de Giza y la tumba de Tutankamón. El fluoruro de calcio también es conocido por ser insoluble y transparente en un amplio rango de longitudes de onda, lo que lo hace útil para fabricar células y ventanas para espectrómetros infrarrojos y ultravioleta.

El agua potable también contiene iones de calcio, en determinadas zonas las concentraciones de los iones calcio y magnesio puede ser más alta impidiendo la formación de espuma, hablamos en este caso de aguas duras. Curiosamente, el sabor de la cerveza parece estar relacionado con la concentración de calcio del agua utilizada, y se afirma que una buena cerveza debe tener una concentración de calcio más alta que la del agua del grifo.

El calcio es lo que se conoce como un elemento esencial, lo que significa que es un elemento que es absolutamente necesario para los procesos de la vida. El calcio se utiliza para producir los minerales contenidos en los huesos, las conchas y los dientes a través de un proceso llamado biomineralización. El fosfato de calcio (también conocido como hidroxiapatita) es el componente mineral de los huesos y los diente. Los huesos funcionan no solo como soporte estructural, sino también como almacén central de Ca. La osteoporosis, (descalcificación de los huesos) implica una pérdida de masa ósea que hace que los huesos sean más susceptibles a romperse bajo estrés y se produce principalmente en personas mayores, especialmente en mujeres.

Los iones de calcio también desempeñan un papel crucial en los organismos superiores como mensajero intracelular. Los flujos de Ca 2 + desencadenan la acción de la enzima en las células en respuesta a la recepción de una señal hormonal o eléctrica de otra parte del organismo. El calcio también es muy importante para ayudar a que la sangre se coagule. Cuando el sangrado de una herida ocurre repentinamente, las plaquetas se acumulan en la herida e intentan bloquear el flujo de sangre. El calcio, la vitamina K y una proteína llamada fibrinógeno ayudan a las plaquetas a formar un coágulo.

Las principales fuentes de calcio son los productos lácteos. Entre las fuentes de origen vegetal se encuentran vegetales verdes como el brécol y las espinacas. También contienen calcio la col, la coliflor, las habichuelas, las lentejas y las nueces.

Los organismos calcáreos (corales, foraminíferos, crustáceos, moluscos…) construyen sus esqueletos con carbonato cálcico o calcita. La acidificación de los océanos, debido a un aumento de la concentración de CO2 disuelto, debilita y convierte en vulnerables a la disolución a estas estructuras.