Oro, incienso y mirra

Mirra
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El oro, el incienso y la mirra son tres sustancias claves en la tradición navideña. El oro es uno de los primeros metales puros conocidos por el hombre, el incienso y la mirra, más desconocidas, son resinas de goma obtenidas de distintos árboles.

El oro es un metal pesado muy denso, blando y de color amarillo intenso. Es conocido desde la prehistoria, y todas las civilizaciones han desarrollado técnicas para trabajarlo. Los alquimistas persiguieron de forma incansable la ‘piedra filosofal’ con la intención de transmutar el plomo en oro.

La mayoría de la producción mundial de este metal amarillo se consume en joyería. Normalmente se alea con plata o cobre para endurecerlo, ya que el oro puro es muy blando. No obstante, entre el 10 y 15 % se utiliza en electrónica.
También tiene aplicaciones médicas y dentales y se utiliza para acuñación y reservas para el gobierno y particulares.

El incienso y la mirra también se conocen desde la antigüedad. Se encontraron  bolitas de incienso  en la  tumba de Tutankamón y se dice que se utilizo un brebaje de brandy con infusión de mirra para preservar el cuerpo del vicealmirante Nelson.

Tanto el incienso como la mirra se asocian a ritos de embalsamamiento, perfumes y ceremonias y rituales religiosos, pero, además de todo esto, ambas sustancias contienen componentes medicinales y psicoactivos. Debido a que algunos factores como la geografía y el clima afectan la bioquímica de las plantas, es imposible precisar con exactitud una composición molecular exacta de la mirra o el incienso.

Incienso

El incienso es una resina obtenida de árboles del género Boswellia, y tiene un aspecto amarillo pálido. Un porcentaje significativo de la resina en sí está formada por ácidos boswélicos, que no contribuyen al olor, ya que no son volátiles. Otros compuestos como el acetato de octilo, el octanol y varios terpenoides han sido identificados como contribuyentes al aroma.

Algunos estudios realizados en ratones indican que el acetato de incensol podría tener efectos ansiolíticos y antidepresivos, aunque todavía no se han realizado estudios sobre su efecto en los humanos.

Mirra

La mirra es, quizás, la menos conocida de las tres sustancias. Al igual que el incienso, también es una resina, obtenida de árboles del género Commiphora, y tiene una coloración pardo rojiza.  La mirra también se ha utilizado en la medicina tradicional durante siglos, e incluso aparece como ingrediente en algunas pastas dentales y enjuagues bucales por sus propiedades antisépticas.

El olor de la mirra se debe, en gran parte, a la presencia de varios compuestos de la familia de los furanosesquiterpenos. Uno de ellos ha mostrado propiedades analgésicas y antiinflamatorias en ratones. Sin embargo, como en el caso del incensol, no se han realizado estudios comparables en humanos.