Neon
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El neón, cuyo nombre provine del griego neos, es un elemento gaseoso que pertenece a la familia de los gases nobles.

Tras el descubrimiento del argón en 1894 y el aislamiento del helio al año siguiente, William Ransay había encontrado el primer y tercer miembro de un grupo de gases inertes. Teniendo en cuenta los elementos conocidos hasta la fecha era evidente que tenía que encontrar el segundo. La destilación fraccionada del aire lo llevaría , junto a su colega Morris Travers, hasta este nuevo elemento que recibió el nombre de neón a sugerencia del hijo de Ramsay.

El neón es incoloro, inodoro e insípido; es gas en condiciones normales. El neón no forma ningún compuesto químico en el sentido general de la palabra; hay solamente un átomo en cada molécula de gas neón. Emite luz rojo-anaranjada muy intensa en un tubo de descarga.

A principios del siglo XX, George Claude, ingeniero, químico e inventor francés presentó en una exposición en París tubos de vidrio de neón que podían ser utilizados como bombillas. El invento no tuvo éxito ya que la luz roja no resultaba muy apropiada para la iluminación de interiores, sin embargo patentó su idea. Más tarde descubriría que si doblaba los tubos podía diseñar letras y utilizar el neón en anuncios publicitarios. Las patentes de Claude preveían el uso de gases como el argón y el vapor de mercurio para crear otros colores además del proporcionado por el neón.

Además de en anuncios publicitarios el neón se utiliza en:

• el proceso de investigación física de alta energía, ya que permite llenar las cámaras de centelleo para poder detectar el paso de las partículas nucleares
• lámparas para probar la corriente eléctrica de alto voltaje
• tubos de rayos catódicos para proyectar imágenes en computadoras y televisores
• lámparas incandescentes para iluminación nocturna y de seguridad debido a su bajo costo
• y como refrigerante en el intervalo de 25-40K