Logotipo de Clickmica

Eres química; tienes química

Cuando esta mañana sonó tu despertador, seguro que tras levantar la cabeza de la almohada viscoelástica, miraste la hora en la pantalla de cristal líquido y, aún a oscuras, apartaste la sábana de fibras textiles, te sentaste en el colchón de gomaespuma y te calzaste zapatillas de fibra con suela de caucho. Pisaste gres cerámico en la cocina y pulsaste el interruptor de plástico para que la energía eléctrica recorriera los cables de cobre hasta el tubo fluorescente y se encendiera la luz de plasma. Abrirías el grifo de acero cromado y llenarías la cafetera de aluminio con agua clorada y tratada. Con una cucharita de acero inoxidable sacarías el café de su envase de polímero metalizado, lo echarías en el pocillo y roscarías la cafetera hasta ajustar bien la junta de caucho, poniéndola luego a calentar en la vitrocerámica o en el fuego de gas. Del frigorífico (endriado por evaporación de un líquido), sacarías el pan de molde (tierno  gracias a los emulgentes), la margarina (emulsión de grasas plásticas) y la leche pasteurizada o uperizada. Tostarías el pan (provocando reacciones de pardeamiento) y con un cuchillo de acero inoxidable untarías la tostada. En una taza (de vidrio o de cerámica) disolverías en el café azúcar refinado o edulcorante, agitando con la cucharilla. Quizá tomaras también una pieza de fruta (cultivada con fertilizantes y productos agroquímicos) o te echarías un vaso de zumo pasteurizado desde una botella de plástico o desde un brik de laminado compuesto.

Con el desayuno aportaste a tu cuerpo sustancias nutrientes necesarias para producir energía (quemándolas en la respiración), para reponer los tejidos (proteínas, calcio, fósforo…) y para regular tu metabolismo (enzimas y transportadores bioquímicos).

Lavarías los cacharros con una formulación detergente, irías al cuarto de aseo para lavarte los dientes con pasta dentífrica y cepillo de plástico y te ducharías con agua potable y un gel detergente o jabón aromatizado. Tras secarte con la toalla de algodón (seguramente tintada), usarías un peine de plástico, te perfumarías y te aplicarías desodorante. Te vestirías con prendas tejidas hechas en buena parte con  fibras sintéticas y te pondrías zapatos de cuero curtido. Saldrías de casa y subirías a un vehículo hecho con metal, plásticos y vidrio, conectarías una batería electroquímica para provocar la explosión regular y controlada del combustible, haciendo que los neumáticos de caucho vulcanizado rodaran primero sobre el cemento del garaje y luego sobre el asfalto de la calle…

Puedes seguir tú mismo, ahora que sabes que toda la materia está formada por elementos o compuestos químicos y que nuestro organismo funciona a base de reacciones bioquímicas. Tú eres química, tú tienes química: la química te acompaña siempre durante todos los instantes de tu vida.

La Química es la Ciencia experimental que tiene por objeto el estudio de la materia, de sus propiedades y de sus cambios de naturaleza. Y en nuestra actividad cotidiana hacemos uso de lo que la Química aplicada nos ofrece: plásticos, ordenadores, baterías, lámparas, agua potable, jabones, detergentes, cosméticos, perfumes, textiles, pinturas, combustibles, fertilizantes, medicamentos, prótesis, bebidas… Nuestro modo de vida no sería igual si nos faltara la Química.

404 Not Found

404 Not Found


nginx/1.18.0
Ir al contenido